| Cobertura colaborativa #8A |
Hace poco menos de dos meses la vigilia del movimiento feminista acompañó un debate histórico en la cámara de diputados. Se perfiló como uno de los días mas fríos del año y probablemente haya sido la noche con menor temperatura. Sin embargo la sensación térmica de nuestros cuerpos mancomunados levantó vapor cuando luego de 23 horas de vigilia lxs representantes en la Cámara de Diputados y nosotrxs en la calle hicimos que saliera la media sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Hoy #Quesealey.
En la mañana del 14J el vapor se produjo con la mezcolanza afectiva de nuestra lagrimas festejando el triunfo y el calor fabricado como medio de supervivencia luego de una larga noche fría.
Hoy el encuentro se repite, en este poco menos de dos meses nuestros cuerpos vienen mas impregnados de deuda, discplinamiento y militarización en las calles. Nos hablan de si dan los números: sí nos dan, nos dan 41 abortos por hora, nos dan un 60% de la opinión pública a favor de esta ley y nos da la calle, nos dan los secundarios, los hospitales, los sindicatos, las casas. Nos da en una matemática que pretenden ignorar, es un puntilloso tejido de números cuya guia esta en la organización y en nuestra pretenciones colectivas. Y en la supervivencia, porque las horas en la calle las sostenemos porque sabemos de cocinar para muchxs, sabemos deshilachar abrigos, romperlos y que alcancen para mas de dos, sabemos sintonizar nuestra propias melodías y bailar, sabemos jugar al fútbol, sabemos de colgar banderas para que entren todas, sabemos de decidir, de descubrir y de disfrutar. Sabemos arroparnos y sabemos no conciliar el sueño. Y también sabemos prender el fuego.
El amanecer lluvioso — también sabemos de mojarnos- deja atrás una noche en la que a través de códigos y estrategias propias nos alistamos para este día, el feminismo replica, inventa, responde con modos de resistencia y de lucha que renuevan tramas, cuando se habla de hacer historia seguramente serán las fechas las anclas de los hechos, pero también serán nuestras tramas constructoras de navios las que nos dejen ver entre tejido y tejido un paisaje de lo que imaginamos y fue posible.
Hoy, 8 de agosto continúa nuestra cruzada por la autonomía de las mujeres y de los cuerpos gestantes, por el derecho a una sexualidad libre, por el placer y por nuestros modos de crear familias. La marea se hace fuego y la calle está tomada.